THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES ?

martes, 10 de noviembre de 2009

Dirección al adiós.

Las piedras bajos mis pies parecen más sólidas que nunca. El sol se está escondiendo y aun así me golpea de frente. El sudor recorre mi frente y mi espalda. A mi alrededor no hay otro sonido excepto el del cálido viento.


Paso a paso me dirijo a ningún lado, atormentado por la desgarradora idea de separarme de ti. Voy haciendo equilibrio por una de las vías del tren. A veces giro un poco la vista buscando alguna señal que me haga volver, pero nunca miro a mi espalda.


Estoy muy cansado, pero no puedo parar, he de dejar atrás todos sus recuerdos. Debo seguir hacia mi destino, aunque tal vez este implique mi fin. He de olvidar sus caricias, sus besos, su olor….


¡Mierda!


Una gran carga cae sobre mí. Mi corazón comienza a latir intensamente, tanto que incluso me duele el pecho. Mi vista parece estar nublándose y mi cabeza me duele de una manera insoportable. Mis piernas y manos tiemblan.

El dolor que atenaza mi alma es indescriptible, pero se que es lo mejor que puedo hacer. Mi corazón quizás no me perdone nunca, pero es un precio que he de pagar. La vida no siempre es justa y eso es algo a lo que hace tiempo me acostumbré.


A lo lejos oigo el sonido de un tren aunque puede que no se escuche tan lejos. Tal vez lo mejor sea que me quite de la vía, pero qué más da. Ya nadie me espera, no hay quien me espere con una sonrisa o preparándose para lanzarse a mis brazos.


Mi temblorosa mano se dirige hacia mi bolsillo y saca un arrugado papel. Le doy la vuelta y observo esa bella imagen. Es de un tiempo pasado, en ella aparezco yo con una chica. Ella es bellísima. Pelo liso y largo, rostro angelical y unos ojos verdes que cautivarían a cualquier hombre.


En esa foto parezco feliz. Eran otros tiempos, tiempos en los que ambos estábamos bien. Donde no había problemas y tan solo nos preocupábamos por el día a día. Pero eso hace ya tiempo que paso y ahora no queda nada.


El ruido del tren se escucha cada vez más cerca. Puede que ya sea la hora de que me aleje un poco de las vías. Al menos hasta que el tren pase. Pero no se porque no lo hago. Saber e ignorar, la perdición de la raza humana. Yo no seré una excepción.


Desearía volver tras mis pasos, recorrer de nuevo el camino que marcan las vías y cuanto te necesito. Que no importan todos los problemas, que juntos podremos superarlos, pero se que no sería así. Ya lo hemos intentado otras veces…


Ahora escucho el sonido del tren justo a mi espalda. Me vuelvo lentamente y lo veo acercándose. Mi instinto me grita que me eche a un lado, pero mi cuerpo no responde o quizás no quiera responder. Las luces del tren me recuerdan a…


Extiendo los brazos esperando a ese coloso de metal. Por mi rostro resbala una única lágrima. No es por el fin de mi vida, no es por miedo al dolor o a no encontrar nada después. Lloro porque se que nunca más volveré a verla. Y su ausencia en mi vida es inconcebible en mi cabeza. Entonces mientras espero que esas luces se estrellen contra mí recuerdo…


…Recuerdo su mirada.


0 comentarios: